sábado, 22 de enero de 2011

Taurinos y galleros piden tolerancia

Camina con garbo, aunque a cada paso sus piernas flaquean. Es Nelson Guerra, quien durante 50 años trabajó en la Plaza de Toros de Quito y ahora está jubilado. Era mozo de espadas.

Salió ayer a rechazar la intención del Gobierno de suspender las corridas de toros. Esto, en el marco de la pregunta de la con-sulta popular que pretende prohibir los espectáculos públicos donde se maten animales.

“Mucha gente vive de esto, no es justo”, señala este hombre de 80 años, mientras avanza por la av. 6 de Diciembre. Guerra fue parte de una marcha que convocó a taurinos y galleros para entregar un escrito a la Corte Constitucional.

Según Mauricio Riofrío, en esa pregunta se registran 31 transgresiones constitucionales. Entre ellas, el derecho al trabajo y la violación al art. 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece que todas las personas tienen derecho a formar parte libremente en la vida cultural de la comunidad y a gozar de las artes.

“Es una tradición de más de 500 años que no se nos puede arrebatar. ¿A quién se beneficia con esa pregunta?”, recalca Jorge Guevara, periodista taurino.

Ese es el criterio unificado de novilleros, banderilleros, toreros, ganaderos y vendedores de la plaza, que se unieron para protestar, desde el coso de Iñaquito, en el norte de la capital.

Al ritmo de pasodobles y pasacalles, la banda El Dorado animó la caminata de unas 1 500 personas durante casi tres horas.

A Rosa Heredia se le llenaron los ojos de lágrimas y, efusiva, criticó la intención del Mandatario.

“En vez de preocuparse de la muerte de los animales debe preocuparse por la muerte de tantos seres humanos a diario. Nos quitan el trabajo”, recalca la comerciante de 68 años.

Su mirada contrastó con la alegría de la marcha. Parecía una fiesta. En las aceras, decenas de personas aplaudían, otros movían sus caderas al ritmo de las trompetas que no dejaban de sonar.

Además, los choferes tocaron las bocinas de sus autos, había payasos, hombres a caballo y to-reros con sus trajes de luces.

Uno de ellos, el novillero ambateño El Espadita, relucía con su traje dorado con verde, junto a otros banderilleros como el Tortuga. Los percherones y caballos de paso encabezaron la protesta que exigía: “Libertad”, como gritaba emocionado el picador Hernán Tapia, mientas agitaba una bandera tricolor.

No solo los taurinos exigieron respeto, también los galleros.

“Lo elemental de cualquier sociedad es la tolerancia. Venimos a reclamar libertad y respeto, que las costumbres ancestrales no se pierdan”, dijo Galo Vayas, representante de los galleros, quien aseguró que unos 100 000 empleos se truncarían entre el área taurina y gallera.

A las 12:30 llegaron a la Corte Constitucional, en donde una delegación fue recibida por seis vocales y el presidente del organismo, Patricio Pazmiño.

En comisión general habló el representante de cada sector. Milton Calahorrano, de la Unión de Toreros del Ecuador, recalcó la idea del derecho al trabajo y a la tolerancia. La Feria de Quito aporta con el 70% de los gastos para las fiestas de la capital.

El torero Guillermo Albán, aunque no estuvo con su traje de luces, apeló a analizar que puede desaparecer el sector formal, lo que significaría menos ingresos al Fisco también. “Podrían generarse actividades clandestinas como pasa en otros países, en donde ya se han prohibido ciertas actividades culturales arraigadas”.



Pazmiño agradeció la presencia del sector en la Corte y aseguró que sus argumentos servirán de insumo para tomar la mejor decisión. Una vez que los dirigentes informaron que habían sido recibidos, Nelson Guerra se sentó a descansar. Miraba con emoción como los toreros con su traje de luces salieron a las calles.


Puntos de vista

José Juncosa / Antropólogo
‘¿Son legítimas estas prácticas?’

La democracia es generar canales para que cada uno se pueda expresar. Por un lado a mí me parece que preguntar en un plebiscito sobre las peleas de gallos y de toros pudiera leerse como un intento de sobre determinación de la vida cotidiana.
Pero, por otro lado, también la sociedad tiene derecho a preguntarse sobre la legitimidad de ciertas prácticas, una cosa es plantearse los toros y gallos en un concepto de conocimientos y saberes y experiencias, muy sensibles hacia la naturaleza. Otra sobre la legitimidad de esas prácticas.
La cuestión es demonizar ciertos aspectos que son sensibles a la opinión pública y esconder otros.



Francisco Peña / Ciudadano
‘Las tradiciones no lo justifican’

No estoy de acuerdo con la muerte de animales por entretenimiento. Las tradiciones no son argumento para justificar los actos de las personas. Seguro que los romanos tuvieron muy buenas razones para recrearse con la muerte de seres humanos y animales en el circo. La humanidad avanza en la conciencia ambiental y en los derechos que tiene todo ser vivo, lo cual nos obliga a revisar y cambiar nuestras costumbres, así hayan sido o sean de gusto de personajes como Picasso o García Márquez. La libertad de elegir es también otro débil argumento de los defensores de la fiesta brava, aunque la consulta podría ser otra cortina de humo más.
http://www4.elcomercio.com/2011-01-22/Noticias/Politica/Noticia-Principal/EC110122P4CONSULTA.aspx

Analysis:

I totally agree with this news. A lot of people are thinking about the animals or if these festivities are good or not but they don’t think about the people that work for the bullfighting industry and the effect this changes might have on them. Behind each person there’s a whole family and a lot of them depend of the work they have. Personally, I’m not a bullfighting fan, I don’t like it but I am tolerant.
We live in the twenty one century! We should be civilized and if we don’t agree with something, we should tolerate it at least. Also, bullfighting is an old tradition and slowly the traditions in Ecuador and other countries are disappearing so we should at least try to save what we have left even if we are not totally into it. It’s like if we destroyed and old church just because we don’t like architecture, or if we stopped telling old myths just because we dislike reading.
Also, prohibiting this style of life is prohibiting liberty of expression, the liberty of letting people be who they want to be and if the government wants to prohibit bullfighting, it’s going to get a lot of opposition because a lot of people are in favor of bullfighting. Maybe they think its democracy to let people choose if they want bullfighting but in reality it’s not because they are not being fair with the people that have jobs and would be losing it due to the public questions. The government should be more worried about poverty, external debt and other issues than festivities.

2 comentarios:

  1. I totally agree with you franky, we have to respect to each other in the way we want the others to respect us and are our traditions, our culture. We have to foccus on deliquency, employement, poverty, housing. Don´t be worry about animals that in any case they are not persons, we cannot give them rigths they don´t have.

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  2. First of all, you live in the twenty first century... Second, you know how many people are employed and live from trading slaves in thw world? Maybe we should legalize that too... Still, I can't deny the goodness in your analysis... (20/20)

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